La palabra Ecosistema está formada por Eco, que es un prefijo de origen griego (oíkos), cuyo significado es “casa”, asumiéndolo como el espacio donde tiene lugar la vida, y por la palabra sistema, que se refiere a la serie de procesos que mantienen la integridad de esa comunidad en ese espacio.
Los ecosistemas regularmente están constituidos por una gran variedad de seres vivos, y pueden ser tan amplios como un bosque o tan pequeños como el patio de tu casa. En un ecosistema los seres vivos, además de interactuar entre sí, interactúan con elementos no vivos como el suelo, el agua y el aire.
Por ejemplo, los animales muchas veces necesitan protegerse escondiéndose entre rocas, debajo del suelo o en árboles muertos. También necesitan agua para beber, e incluso algunos animales viven en el agua. Asimismo, el aire, que es un elemento no vivo, forma parte de los ecosistemas porque los animales necesitan aire para respirar.
Otra cosa fundamental es reconocer que en los ecosistemas los organismos que podemos ver, como los árboles, las plantas, los pájaros, las ardillas, los ciervos, no son los únicos que existen. De hecho, hay organismos que no son tan notorios, e incluso que no podemos ver, pero que están allí formando parte del ecosistema, como bacterias, hongos, algas diminutas e insectos pequeñitos.
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